23.6.07

Subsidios agrícolas, las nuevas murallas

por Horacio Barrancos Bellot

Caminando por esas hermosas ciudades europeas que conservan restauradas sus murallas medievales, siempre me he detenido a observar lo bien que se han integrado en ellas lo último de la tecnología de nuestro tiempo. En sus calles interiores suelen pasearse coches de última generación, vidrieras con souvenirs o glamorosos artículos de moda y no es de extrañar el poder disfrutar de Internet WiFi, pagar con tarjetas de crédito o consultar desde el teléfono móvil el estado de las carreteras para el viaje de retorno. La modernidad y las nuevas prácticas han ocupado, armónicamente, aquellas hermosas ciudades donde ya no existe la necesidad de murallas, y cuya presencia se ha reducido a un importante valor histórico y turístico.

Sin embargo, las grandes naciones del mundo han remplazado esas viejas murallas por otras más efectivas e invisibles. Las barreras arancelarias y para-arancelarias, las barreras migratorias, el escudo anti-misiles de Busch y tantas otras. Escuchar al nuevo presidente del Banco Mundial o la retirada de Brasil y la India del G4, sólo me lleva a pensar que los países mas desarrollados utilizan las estrategias medievales para subsistir en este moderno y súper tecnificado mundo. Lo que es peor, exigen que los países menos desarrollados no jueguen con las mismas armas y les permitan obtener de ellos sus ganancias, esta vez bajo las reglas del comercio mundial.

En entrevista con Euronews, Robert Zoellick, nuevo presidente del Banco Mundial al ser cuestionado sobre los subsidios a la agricultura de Europa y Estados Unidos, dijo que […puede conseguirse una reducción muy significativa en estos países, pero hay que tener presente que lo que llamamos acceso a los mercados, apertura de mercados, será otro reto … hay que reconocer que no solo se trata de las cuestiones norte-sur, sino dentro del propio sur … preocupan los subsidios de Estados Unidos a este producto (algodón), pero también necesitas vender tu algodón en mercados como India y China…]. Lo que Zoellick está diciendo es que el Banco Mundial no va a compartir la lucha por la eliminación de los subsidios y que más bien los países del “sur” deberían tratar de vender en otros mercados, no en los mercados protegidos por los subsidios, no en el “norte”.

La posición de los países más desarrollados respecto a la protección de sus mercados internos no va a cambiar, eso significa la decisión de Brasil e India de retirarse del G4. Estos países no lograron que Estados Unidos y Europa flexibilicen su posición respecto a los subsidios a su agricultura, por eso abandonaron las reuniones que sostenían en Potsdam (Alemania). El fracaso de estas negociaciones pone en riesgo la ronda de Doha para liberalizar el comercio mundial, y es que los países más industrializados no quieren perder su liderazgo en las exportaciones mundiales y, lejos de querer favorecer a los países menos desarrollados, tratan de conseguir oportunidades para penetrar más en los mercados emergentes del sur.

A estas alturas, parece ingenuo pensar en reglas para el comercio mundial más justas. Pero es que claro, parece que la idea de “comercio justo” vigente en el mundo desarrollado tiene que ver más con las exitosas iniciativas del tercer sector, que con reglas dentro la OMC. Y es que los principios de economía positiva, rigen por encima de los de economía normativa.

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