8.8.07

Record mundial de revista boliviana en España


La imagen del inmigrante latinoamericano en Europa tiene muchos rostros. Generalmente desde la visión del país receptor, el rostro más visible es el del trabajador empleado como mano de obra no calificada; pero también existe el rostro del inmigrante profesional que desarrolla actividades profesionales o empresariales. Este último es, con seguridad, menos frecuente pero su éxito es más encomiable porque ha logrado abrirse paso en uno de los ámbitos más comepetitivos del mundo. Si esto es verdad, cuánto más loable será el caso de aquellos que han dedicado su labor profesional al servicio de la comunidad de inmigrantes latinos desprotegidos por su condición de ilegalidad y/o explotación laboral.

Éste es el caso de un periodista y de una revista de distribución gratuita en España orientada a la inmensa comunidad de inmigrantes bolivianos. La revista Raíz Bolivia, dirigida por un boliviano residente en España, ha establecido además un record mundial en su caurto número distribuyendo 100.000 ejemplares de su edición. Por su importancia, INFORME reproduce la nota de prensa que el Director de la mencionada revista nos hizo llegar.

"EDICION RECORD MUNDIAL DE REVISTA BOLIVIANA EN ESPAÑA

Ya está en circulación el cuarto número de la revista Raíz Bolivia editada en España, que con cien mil ejemplares ha logrado un record mundial de publicaciones de distribución gratuita en Europa y el mundo, en el marco de un homenaje a los 182 años de Fundación de Bolivia.

La revista de 32 páginas full color, cuya cantidad es supervisada por la empresa especializada PGD, es un esfuerzo de la empresa española Copernal Publishing, a cargo de Juan Carlos Ruiz, y de su Director, el periodista boliviano Edwin Pérez Uberhuaga, que ha publicado varios libros y revistas en Europa y Estados Unidos.

Esta edición especial incluye orientaciones jurídicas respecto a las posibilidades de vivir dentro de la legalidad en España y mensajes que buscan la unidad del país en uno de los momentos más difíciles de la Historia con sectores lamentablemente confrontados.

En la portada incluye fotografías de las "cambas japonesas" y las "cholas españolas", es decir, japoneses y españoles que han sido atraídos por la cultura andina y oriental de Bolivia y la muestran con orgullo en diferentes actividades. En las páginas de turismo se muestra la increíble variedad del país.

Varias empresas e instituciones bolivianas, españolas, francesas y de Estados Unidos han incluido avisos publicitarios, con lo que han contribuido a subvencionar una edición que marca un hito en la historia del Periodismo boliviano.

En España hay más de 350 mil bolivianos, un 80 por ciento sin documentación legal, lo que implica una fuerte necesidad de contar con información que le permita vivir con dignidad. El editorial de esta edición plantea un debate sincero sobre el papel de los migrantes bolivianos en el mundo"

1 comentario:

uberedwin dijo...

Migrantes somos culpables del desarrollo, pero no de la crisis (*)

Amigos:

Adjunto el editorial de la Revista Aquí Latinos (España-EE.UU.) del mes de febrero Les invito a enviarme infos y contactos culturales y empresariales. Díganme si desean q les envíe los PDF.



Edwin Pérez Uberhuaga

DIRECTOR

Somos culpables del desarrollo, pero no de la crisis (*)



Como si fuera el último round de un combate de box, en los últimos meses los inmigrantes hemos recibido duros reveses, incluidos “golpes bajos” que en vez de adormecernos nos han hecho despertar a una dura realidad.

No quisieron empadronarnos en Vic y Torrejón de Ardoz, expulsan a varios indocumentados bajo el pretexto de ser “peligrosos criminales”, se dificulta el proceso de regularización de los que ya están aquí y se cierran las puertas de los que quieren venir, incluyendo residentes víctimas de Air Comet. En Estados Unidos aún se espera una reforma migratoria que reconozca derechos a millones de personas.

Como siempre sucede en las crisis y más aún en época electoral, se culpabiliza y se criminaliza a los más débiles, en este caso los extranjeros.

Si bien hubo una “burbuja inmobiliaria” también hubo una “burbuja de integración e interculturalidad”, que se desinfla aceleradamente. En ambos casos, los inmigrantes somos las víctimas y sobre nuestras espaldas caen desde “ladrillos”, hasta insultos abiertos o solapados.

Paradójicamente, España ahora ocupa la Presidencia de la Unión Europea y se ve obligada a aplicar la llamada “Directiva de la Vergüenza”, que restringe los derechos de los extra comunitarios.

Si bien hay evidencias del crecimiento de la xenofobia, también hay que destacar y agradecer el papel de varios medios de comunicación y de sectores de la sociedad civil que presionan para que estos golpes bajos no nos lleven masivamente al “coma clínico” o al aeropuerto.

Pero no se trata solamente de solidaridad, que sí la hay, sino del darse cuenta que los inmigrantes ya somos parte del paisaje europeo y norteamericano y que estamos en puntos claves del engranaje social, que se paralizaría si ya no estamos aquí.

Los inmigrantes nos hemos vuelto padres y madres postizos e hijos de ancianos abandonados, damos alimentos y servicios y llenamos de color a calles aún más pálidas por el frío europeo. Hay profesionales que por su capacidad y esfuerzo están llegando a altos sitiales, sin que nadie les regale nada.

Pero está claro que, tarde o temprano, nos quedaremos solos. España no se recuperará pronto. ¿Qué haremos?. ¿Volver a nuestros países o quedarnos a aguantar el temporal?.

Cada uno tiene la respuesta.

Lo que está claro es que en nuestros países y aquí hemos dado “sangre, sudor y lágrimas” y que ésta crisis no es ni la sombra de aquellas en las que hemos nacido y crecido.

Estamos soportando con estoicismo esta nueva realidad, lo que convierte a nuestras mujeres migrantes en heroínas y a nuestros varones en gladiadores. Aún debemos aprender de los errores que hemos cometido, como el dejarnos llevar por el consumismo, no haber ahorrado lo suficiente o no habernos capacitado más.

El escenario está ahí y ahora, más que nunca, debemos luchar. Pero debe quedar muy claro ante nuestros “anfitriones” que somos culpables de su desarrollo, pero no somos culpables de su crisis. (epu)

(*) Fragmentos de la conferencia brindada el 20 de enero en la Casa de América de Alicante.